Alejandra Panizo (IESO Conde Sancho García) comparte con nosotros cómo fue su última visita de observación en el IES Fray Pedro de Urbina, de la mano de la profesora experta Beatriz Blanco:
Mi tercera y última sesión de observación estuvo también coordinada con antelación por Beatriz y los profesores participantes.
A segunda hora asistí a clase de Biología en inglés con Inma y su grupo de 1º ESO, que ya me conocían de la sesión anterior. Con ella aprendimos la importancia de llevar a cabo una dieta equilibrada, analizando primero la energía proporcionada por los alimentos ingeridos un día cualquiera en la vida de sus alumnos, utilizando una tabla de alimentos con sus kilocalorías correspondientes. Después, analizando la edad, el peso y el nivel de actividad física, cada alumno obtuvo información sobre las porciones exactas de cada grupo de alimentos que debería consumir. Finalmente, por equipos, y con roles preasignados realizaron una comparación de la dieta media española con las dietas medias de otros países. Mientras los alumnos preparaban la última actividad, antes de la puesta en común, Inma tuvo el detalle de enseñarme otros proyectos previos muy interesantes realizados por los alumnos: un inventario de pájaros y de animales invertebrados de la zona en inglés, con dibujos y descripciones incluidas, proyecto para el cual realizaron una salida al campo con un monitor medioambiental de apoyo.
A tercera hora, Carlos, el profesor de Cultura Clásica de 2º ESO accedió a que entrase a su clase, avisándome de que no sería una clase al uso, puesto que había planificado hablar alumno por alumno del último proyecto que le habían entregado, mientras los demás realizaban un comentario de texto que ya se les había explicado en la sesión anterior. Sin embargo para mí fue una experiencia muy útil, puesto que una vez más pude ver que la integración de las rúbricas de autoevaluación en los trabajos de los alumnos les permiten, entre otras cosas, recibir una retroalimentación inmediata, incluso les permite realizar correcciones en su propio trabajo antes de entregarlo. Obviamente el profesor corrige los trabajos en función de las rúbricas establecidas por él, pero la comparativa entre una rúbrica y otra es realmente interesante. La mayoría de los alumnos infravaloran su trabajo, y al recibir la nota real, ellos mismos ya son conscientes de sus fallos, lo cual les permite aprender de ellos, y ahorrar tiempo al profesor a la hora de corregir el mismo error una y otra vez.
Mi última sesión fue una clase de historia con Maria José, profesora de los alumnos de 2º ESO. Lo más innovador para mí en esta clase, fue que en lugar de dar una explicación magistral sobre la parte de la historia de España que les tocaba analizar, la profesora fue haciéndoles preguntas , primero sobre lo que recordaban de la sesión anterior, para afianzar conocimientos y relacionarlo con lo novedoso de la sesión de hoy. Los contenidos nuevos también se los presentó de manera inductiva, preguntándoles a los alumnos los motivos por los cuales un acontecimiento pudo derivar en el siguiente, o incluso planteándoles qué habrían hecho ellos en esa situación. También me habló de otros proyectos, mientras hacían ejercicios de repaso en su cuaderno, como el proyecto de venta imaginaria de edificios históricos en plataformas de internet.
Como conclusión de esta tercera sesión, reitero la importancia de integrar la autoevaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje en las sesiones de clase, por la inmediatez y la consciencia de los errores que han cometido sin necesidad de que el profesor los repita reiteradas veces, haciendo de ellos una fuente de aprendizaje y motivación constantes.